sábado, 12 de diciembre de 2009



Algún día despertaremos ahí,

a un lado de la luz, como los pájaros, tal vez viajaremos en la niebla
con una rama de olivo entre los dedos,
cansados de esperar, obedecer y morir,
salvajes como el dios de nuestra infancia.
Algún día, cuando la maldición del tiempo se termine,
tocará nuestra frente el agua de un umbral perdido.
Ese día estaremos de regreso.

Jorge Fernandez Granados (Los habitos de las cenizas)


Hay rostros que retornan para dejar en nosotros una imagen de sus vidas, vuelven para ser comprendidos,sentidos y justificar su existencia desde una mirada mas justa.

“Cenizas” viaje hacia el pais del recuerdo - fue recrear en blanco y negro; siluetas de mujeres, sombras de hombres, objetos y espacios desgastados por el olvido o por tanto rememoramiento, visualizar un puerto salpicado de luces somnolientas, un puño de casas estampando una cuidad; territorio invadido por el mas atroz invento de los hombres “ la guerra”.Pero entre aquellas cenizas no solo ardió el odio, la ambicion y la traición, tambien se consumieron furtivamente instantes que pertenecieron a mujeres que acompañaban el otro lado de la contienda, con sus presentiemientos, el deseo del reencuentro, fidelidad a los suyos, la fiereza para resitir la muerte y voluntad para aceptar la muerte de los otros , y de los suyos.

En este retroceder en el tiempo buscaba a ella, me hablaron de una mujer que conocio la desgracia desde los primeros dias de su nacimiento marcada con sangre por los dos tiranos mas grandes que tuvo el Paraguay, la describieron como una heroina que escapo con virtudes y mucha dignidad de los permantes acosos a la que era expuesta por el gran Mariscal, y se la recuerda mas por este hostil episodio, sin tomar en consideración otros momentos mas trascendentales de su vida.

Pancha, la santa, invicta, virgen, la diosa del paraguay . Estas palabras no me conducian a ningun lugar , buscaba algo mas en Francisca Garmendia algo que realmente la inmortalice no solo por rechazar las galanterias de lopez hasta las postrimerias de la guerra, sino por encontrar una traicion de su parte, una pancha que tramaba con otras mujeres aunque sea tan solo a tientas la manera de conspirar contra el karai guasu , queria sentir en ella la fuerza y la arrogancia de una antigona despotricando, contra el supremo poder sin miedo a la muerte.

La imagine en claro-oscuro con una sombra que arrebataba a sus ojos la luz del dia y empañaba su frente, la vi trasluir entre vidrios humedos, solitaria, cargada de amores y desamores, preparada para superar y vencer su destino entregándose airosa al tribunal de sangre, senteciandose ella misma como traidora antes de recibir un juicio de los labios de lopez. ( aunque la realidad es esa, lopez marco su nombre con una cruz, antes de ser lanzeada en arroyo guazu).

La garmendia que represento en cenizas, es una mujer que vivió intensamente sus dias, que llevo atado entre los dedos la señal de no olvidar vengar la muerte de su padre, una mujer que recorrio con otras mujeres el largo sacrficio de esperar un final justo para tantos paraguayos, que luchaban ya no para proferir un grito de victoria sino para dar fin a tanto sufrimiento, ofreciendo santa sepultura a tantos amigos, madres, hijos, abuelos, niños.

Pancha no llego hasta el final en la guerra, pero en este retorno al pasado desde el teatro, Garmendia logra retornar a casa, cargando sus pocos recuerdos, su acordeon, una cancion, las ansias de respirar aires de justicia, y esperar el nuevo resplandor del dia.

Raquel Martinez


Al inicio fue un nombre: Elisa
Después el agolpamiento de imágenes: la madama, la libre, la atada, la que escapó del matrimonio, la que cabalgaba, la de las carcajadas, la del piano a cuestas durante toda la guerra, la odiada, la envidiada, la altiva, la sombría, la que enterró con sus manos a la misma muerte...
Lo siguiente fue la búsqueda de fotos, pinturas que muestren de una, esos elementos. La búsqueda de la síntesis poética en un movimiento, en otro y en otro, hasta lograr una secuencia con códigos precisos de inicio y de fin.
Después repetir, infinidad de veces repetir la serie de códigos para expresar ESO que no se busca actuar, sino que SEA
De a poco, lo que cada uno construyó fue encontrándose con la construcción del otro, de repente, hubo que crear colectivamente, recuperando símbolos que hacen a la guerra, a nuestra historia, a nuestros antepasados, llevando esos símbolos a movimientos, haciendo nacer ESE ALGO que es mezcla de danza y teatro, o que no es precisamente ninguna de las dos cosas, pero se mueve y con-mueve desde lo irruptivo, desde lo absurdo
En este andar y desandar acciones, a veces la mirada de una compañera, de un compañero y la opinión acerca de como se ve lo que una cree estar haciendo, a cada rato, la mirada del maestro y su propuesta de ir más allá... ahí donde más cuesta, donde el cuerpo entra en conflicto, donde aparecen las oposiciones y algún que otro dolor, que con el tiempo va transformándose en energía y alimento para la acción.
Ahora, a pocos días de abrir el movimiento a la gente, seguimos cambiando, seguimos buscando, precisando, encontrando algunas pequeñas seguridades y preguntándonos, ¿cuáles serán los giros que traerá el estar con el público?, ¿cómo será este paseo por cenizas?


Tesa Rivarola